sábado, 6 de febrero de 2010

Nota del Diario, 2 de febrero 2010

Aprovechar una tragedia natural y convertirla en parte del patrimonio cultural e histórico de la ciudad, movilizó a Esteban Amatti a emprender un proyecto que bautizó Monumento del Bicentenario. La intención del joven, que trabaja a la vista del público diariamente en la plaza 1º de Mayo, es que la madera de un cedro caído sirva como materia prima para un obelisco alusivo a los 200 años de la Revolución de Mayo.


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Desde la antigüedad, el obelisco adquirió, para la humanidad, significaciones diversas. Pero todas conmemorativas. Acontecimientos relevantes han sido situados como mojones con esta suerte de señaladores temporales que los hombres han erigido en diversos puntos del planeta. Quizá los más representativos sean los del Antiguo Egipto, que trasladados a Francia, luego de la incursión napoleónica, y tras ser emplazados en el centro de París, marcaron una tendencia en Occidente que sería imitada en capitales como Washington y más tarde Buenos Aires.
Retomando ese valor simbólico y aunando circunstancias que se conjugaron en tiempo y espacio, Esteban Amatti concibió un proyecto que llamó Monumento por el Bicentenario.
Se trata, explica este paranaense de 30 años, de una obra escultórica titulada Memoria y convergencias de las fiestas mayas, en alusión a los 200 años de la Revolución de Mayo.
“La idea surgió luego de que el último temporal del mes de enero arrancara de raíz a uno de los tres cedros `odara´, una especie en peligro de extinción en todo el planeta”, contó el joven a EL DIARIO.
La caída del ejemplar, ubicado en el lateral de una de las diagonales de la Plaza, en cercanías de la intersección de Urquiza y San Martín despertó en Amatti la intención de recuperar, al menos en parte, ese patrimonio que, como señaló alguna vez María Lourdes Cura, configura un monumento vegetal.
Mientras trabaja a la vista del público, el tallador –que realiza la tarea junto a José Pastore como asistente- agregó que su intención es “terminar el trabajo la semana del 25 de Mayo, de manera que pueda inaugurarse como un monumento alegórico a la Revolución”.

MANOS A LA OBRA. Luego de observar el tronco caído durante algunos días, Amatti dio forma a la idea por sugerencia de Pastore, que lo vio contemplar detenidamente el tronco y le comentó lo que podría hacerse. Así decidió avanzar con el proyecto. Y el 25 de enero puso manos a la obra, pero antes “pedí permiso a las autoridades de Cultura y Parques y Paseos del Municipio: Daniel Rochi –Secretario de Cultura- y Mauricio Vega –director de Parques y Paseos- “que inmediatamente nos autorizaron y gentilmente accedieron a cedernos el tronco y el espacio para poder llevar adelante la propuesta”.
Así, diariamente, de lunes a lunes de 7 a 10 y de 19 a 22 (en tanto las condiciones meteorológicas lo permitan) el tallador va desbastando con formón y martillo la noble madera en la que da forma a su diseño. A la par promueve el encuentro con la gente y los lazos solidarios. En este punto, el artista explica que el trabajo será entregado al Municipio en carácter de “donación a la comunidad”.
“Nosotros no cobramos nada, es más, somos desocupados. Pero esto es lo de menos, lo importante es la suma de voluntades. Más en estos tiempos en que el dinero lo es todo y la gente piensa con la cabeza y no con el corazón”, reflexiona Amatti quien tiene como referencia “un ejemplo como el Dr. Moya, que es un hombre de dar sin recibir nada a cambio, cumpliendo así con el lema que Jesucristo nos legó”. Y añade: “si pensamos un poquito, lo que estamos haciendo, el arte, no tiene precio, es algo invaluable”.
“Estamos sinceramente convencidos que aunque contemos con el apoyo del municipio, ellos no podrán resarcirnos económicamente. Pero no porque no quieran, sino simplemente porque tienen otras prioridades”.
Por eso la invitación “a aquel ciudadano que realmente se sienta argentino, a darse una vuelta por la plaza y sumarse a nuestra propuesta”
La convocatoria dirigida tanto al sector público como privado es “a adherirse a esta Cruzada Nacional. A este monumento que es y será de todos los ciudadanos nacidos en suelo argentino. Es de todos y para todos, como lo es nuestra querida Nación Argentina.
Si todos aportáramos un granito de arena, más rápido se concretaría el monumento patrio”.
“Porque una nación bien comprometida es, mejor dicho debería ser –concluye el escultor- la síntesis de todas las artes, las ciencias y las religiones conviviendo en paz; y donde hay paz hay cultura”.

SIGNIFICADO. “Creemos que una vez terminada la obra, ella hablará por si misma y nos mostrará su contenido patriótico, histórico y didáctico”, apuntó el artista. “Ojalá que la misma pueda ser visitada por todas las escuelas y así los alumnos podrán apreciar e identificar los distintos mapas, escudos y símbolos patrios que quedarán grabados en bajorrelieve”.
El autor del diseño explicó que el obelisco tendrá cuatro caras, que en el lugar de emplazamiento deberán orientarse hacia cada uno de los puntos cardinales. La ubicada hacia el Sur tendrá grabado el mapa de la República Argentina con todas las provincias, debajo el Escudo Nacional, el Cabildo, la Bandera y las Islas Malvinas. La que mirará al Norte tendrá el mapa de Entre Ríos con todos los departamentos, el Escudo y la Bandera de Entre Ríos, la estrella federal o flor de Ceibo y el Mate, como símbolo de identidad. Hacia el Este se verá el mapa de América del Sur (la Patria Grande) con sus países y rostros con rasgos de las distintas etnias que conforman este territorio. Finalmente en la faz Oeste se ubicará el planisferio completo, un mandala de la paz, el logo de los juegos olímpicos. También se incluirán dos hechos significativos acaecidos en estos dos siglos a nivel mundial: la llegada del hombre a la luna y la caída del Muro de Berlín. Asimismo, en clave de proyección histórica y como un mensaje de esperanza al futuro, el autor tallará los símbolos de dolencias como las ETS-SIDA y el cáncer, “para que se encuentre su cura”.


Trayectoria

Luego de concluir estudios primarios en el Instituto Cristo Redentor y secundarios en la Escuela Neuquén, Esteban Amatti cursó el Profesorado de Música en la Escuela Constancio Carminio. También cursó estudios de Filosofía en la UADER. Estudió dibujo y pintura con Adrián Flores.
A la par concretó cursos de Luthería, de talleres de arte de carnaval, trabajó en Retiro en el taller del reconocido artista plástico y maestro herrero de renombre internacional Carlos Regazzoni y Willi Jones, en la Ciudad de Buenos Aires.
Participó asimismo en la Convención Internacional de arte alternativo en el Hard Rock Café, de Recoleta (Buenos Aires).
Obras de su autoría se encuentran en colecciones privadas de España, Chile y Venezuela.

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